
El término REVALUACIÓN podríamos definirlo como aquel proceso que identifica el valor de un activo fijo para aproximarlo a su valor real. En ese sentido, consiste en reflejar el valor actual de mercado de un activo o pasivo.
Es importante destacar que, el patrimonio aumenta o disminuye como consecuencia de la revaluación o ajuste del valor de los activos y pasivos. Aunque estos aumentos y disminuciones cumplen las definiciones de ingresos y gastos, respectivamente, no se incluyen en el estado de resultados.
Los activos fijos cuyo valor razonable pueden estimarse con fiabilidad cuando registran por su valor revaluado, el mismo es el valor razonable en el momento de la revaluación menos la depreciación acumulada y las pérdidas por deterioro acumuladas.
La revalorización se llevará a cabo con la regularidad suficiente para garantizar que el valor en libros no sea siempre significativamente diferente del importe determinado utilizando el valor razonable al final del ejercicio en el que se informó.
El registro del gasto de depreciación de la revaluación de la propiedad, planta y equipo debe ser acorde a las siguientes indicaciones:
La Norma Internacional de Contabilidad núm. 16 (NIC 16), párrafos 40 y 41 establece que, cuando se reduzca el importe en libros de un activo como consecuencia de una revaluación, tal disminución se reconocerá en el resultado del periodo. Sin embargo, la disminución se reconocerá en otro resultado integral en la medida en que existiera saldo acreedor en el superávit de revaluación en relación con ese activo.
La disminución reconocida en otro resultado integral reduce el importe acumulado en el patrimonio contra la cuenta de superávit de revaluación.
El superávit de revaluación de un elemento de propiedades, plantas y equipos incluido en el patrimonio podrá ser transferido directamente a ganancias acumuladas, cuando se produzca la baja en cuentas del activo. Esto podría implicar la transferencia total del superávit cuando la entidad disponga del activo.
No obstante, parte del superávit podría transferirse a medida que el activo fuera utilizado por la entidad. En ese caso, el importe del superávit transferido sería igual a la diferencia entre la depreciación calculada según el importe en libros revaluado del activo y la calculada según su costo original. Las transferencias desde las cuentas de superávit de revaluación a ganancias acumuladas no pasarán por el resultado del periodo.
Es importante destacar que, si se revalúa un elemento de propiedad, planta y equipo, todos los elementos (terrenos, edificios, maquinarias, mobiliarios, vehículos, entre otros) de propiedad, planta y equipo a los que pertenezca ese activo se revaluarán también.
Fuente:
Normas Internacionales de Información Financiera “NIIF”, versión 2022.